No se trata solo de lo que haces, sino de cómo lo comunicas, cómo te proyectas y cómo gestionas tu reputación.
Trabajar en estos tres pilares es clave para que tu marca personal se destaque y sea coherente con tu verdadero valor.
- Comunicación: la base para conectar con tu audiencia. No basta con tener experiencia o habilidades; necesitas saber cómo comunicar tu mensaje para que llegue a la audiencia adecuada.
- Imagen: la primera impresión cuenta, y mucho. Una imagen coherente y auténtica genera credibilidad y transmite seguridad. No se trata de crear un personaje, sino de proyectar tu esencia de forma estratégica.
- Reputación: el pilar que construye tu autoridad y confianza. Una reputación sólida te posiciona como una persona confiable y competente en tu sector, y abre las puertas a oportunidades que de otro modo no tendrías.