La estrategia de precios es vital para que cualquier negocio sea rentable a lo largo del tiempo. Y esta estrategia depende, entre muchos otros factores, de la mentalidad para vender que tiene la persona que está detrás.
Para empezar, antes de plantearte qué precios quieres poner a tus productos o servicios, debes analizar muy bien cuáles son tus costes como empresa. Tener claros los gastos te ayudará a saber cuáles deben ser tus ingresos mínimos para no quedarte en números rojos en tu cuenta bancaria.
Una vez tienes tus gastos bien desglosados, lo siguiente es decidir qué beneficio quieres sacar en cada venta. Debes plantearte un porcentaje de la venta más o menos fijo para destinarlo a tu sueldo.
¿Cómo debo calcular mis gastos?
Lo más recomendable es que recopiles todas las facturas a final de mes para saber cuánto dinero gastas en tu negocio (luz, agua, teléfono, Internet, transporte, etc.).
Por otro lado, no te olvides de posibles amortizaciones como podría ser el coche, el portátil, el móvil de empresa, etc. Y tampoco dejes de lado lo que pagas al gestor, las herramientas que usas en tu día a día, …
Tener claro qué te cuesta «levantar la persiana» de tu negocio cada día es vital para que no pierdas el foco y tu empresa crezca económicamente saneada. Esto te evitará muchos quebraderos de cabeza y otras tantas horas perdidas haciendo malabares con el dinero.
¿Qué le pone freno a tu mentalidad para vender?
Una vez tienes claro qué gasta tu negocio, debes afrontar el siguiente paso: ¿cuánto quiero ganar yo a final de mes? Esta pregunta, que a priori parece sencilla, lleva detrás una gran carga a nivel de creencias y limitaciones mentales.
El síndrome del impostor, las connotaciones negativas que tiene el dinero en nuestra sociedad, creencias limitantes que impiden que alcances el éxito y podría seguir hasta el infinito… Creéme que no es nada fácil deshacerse de esta mochila.
Cuando nos lanzamos a emprender y montamos nuestro propio negocio, una de las limitaciones que suele aparecer (y que no solo surge cuando empiezas…) es el síndrome del impostor. Este síndrome se define como un fenómeno psicológico en el que la gente es incapaz de internalizar sus logros, porque los consideran suerte; además, estas personas sufres un miedo persistente a ser descubiertos como un fraude. Hace unos años la BBC publicó un artículo muy interesante en su página web sobre este tema.
Alejarse de las ventas por precio
Cuando vendes en función del mercado, fijas tus precios según la oferta y la demanda de ese producto o servicio en cuestión. Es una estrategia que no se fija en la propuesta de valor o en gustos o preferencias de los posibles clientes.
Si lo que tú ofreces son servicios digitales, como es mi caso, no te recomiendo que sigas este tipo de estrategia ya que lo que debes hacer es diferenciarte con una buena propuesta de valor.
La percepción de valor cambia nuestra mentalidad para vender
Cuando un cliente compra un servicio o producto y luego dice frases como «esto vale mucho más de lo que pagué» o «volvería a pagar una y mil veces por esto» significa que hemos logrado que tenga una percepción de valor muy alta respecto a nuestro producto o servicio.
Uno de los puntos clave para lograr aumentar esa percepción de valor y poder así vender sin vender se encuentra en la comunicación digital y, más concretamente, en el marketing de contenidos. En este post encontrarás las 5 claves para lograr generar la suficiente confianza en tus seguidores como para que se conviertan en clientes sin tener que venderle a puerta fría.
Entonces… ¿Cómo fijo los precios de mis productos o servicios?
Elegir cómo poner los precios depende del tipo de negocio, de tus clientes y de tu competencia. En este post te detallo dos de las opciones más extendidas en el mundo online.
1. Coste + % de beneficios
Este método consiste básicamente en considerar todos los costes involucrados en tener listo tu producto o servicio y añadirles una cantidad adicional como margen de beneficio (un 20 % por ejemplo).
2. Basar el precio en el valor
Este modelo se centra principalmente en tu cliente y responde a estas dos preguntas fundamentales: ¿puede pagarlo? y ¿va a pagarlo?
El factor determinante es la cantidad que tus clientes están dispuestos a pagar en función del valor que ofreces, en lugar de solo lo que te cuesta producir el producto o prestar un servicio.
Factores a tener en cuenta al calcular el precio de venta
Ahora sí… Ha llegado el momento de cobrar lo que mereces por tu trabajo y calcular el precio de venta más adecuado para tus productos o servicios.
En esta lista encontrarás los 5 factores que debes tener siempre en cuenta:
- Entender el impacto del coste sobre el precio: este punto es muy útil para analizar si ese producto o servicio te es rentable, porque puedes ajustar el precio para maximizar tus beneficios, o no.
- Analizar a tu competencia: tener un buen análisis DAFO es imprescindible también a la hora de fijar los precios. Cuando realices este estudio de mercado debes investigar sobre qué empresas están en tu mismo nicho, si ofrecen productos mejores o peores que los tuyos, cuál es la percepción de tus clientes y qué puntos diferenciales tienes tú cuando te comparas con ellos.
- Ofrecer distintos precios: los clientes prefieren elegir entre varias opciones y esto te permite cubrir distintos rangos de precios y, por lo tanto, abarcar diferentes tipos de clientes. Puedes ofrecer servicios o productos más básicos a un precio muy asequible (un ebook), otros más avanzados a precio medio y servicios prémium o high ticket más exclusivos (por ejemplo mentorías individuales).
- Solucionar los problemas de tu cliente ideal: unido a la calidad de lo que ofreces, se encuentran los beneficios que espera tu cliente de lo que le has vendido. Cuando hagas una página de venta es imprescindible que los beneficios y las ventajas que sacará el cliente ocupen un lugar muy destacado.
- Generar confianza: como sabes, no se puede vender a quien no confía previamente en ti. Tu principal preocupación debe estar centrada en cómo crear esa conexión especial con tu cliente. La autoridad de tu marca es muy importante, tanto como el valor de los contenidos que compartes en tu blog y en redes sociales.
Este tema me apasiona porque lo he vivido (y sufrido) en primera persona. Es por ello que me encanta escuchar las experiencias de otras personas para aprender y mejorar en cuanto a mentalidad para vender.
¿Cómo te sentiste tú cuando empezaste a vender? ¿Estás lanzando tu marca personal o negocio y temes que llegue ese momento? ¿Has encontrado la fórmula mágica para lograr la mentalidad para vender adecuada? ¡Me muero de ganas por leer tus historias!
Sara, lo primero agradecer todos los conocimientos que nos brindas cada día en tu blog y por supuesto, en tus vídeos, comentarios y en los directos.
Yo todavía no me he decidido o, más bien, no he encontrado la forma de «darme a conocer», mi nicho y mi contenido de valor que quiero ofrecer.
Estoy totalmente de acuerdo contigo en lo del «síndrome del impostor». Yo reconozco que lo tengo y es un obstáculo muy grande para avanzar y creer en ti. Debemos salir de ello, superarlo para poder crecer y evolucionar tanto en lo personal como en lo profesional.
Debemos confiar en nosotros y pensar en lo que hemos conseguido a lo largo de la vida, viendo que esto no lo tenemos por suerte, si no, por trabajo, actitud, esfuerzo y conocimientos.
Como he dicho más arriba, yo sufro mucho el síndrome del impostor y a veces cuando paro y pienso o reflexiono, veo que soy válida, que todo lo que he conseguido a nivel académico, profesional y personal no me lo han regalado o ha sido por el azar, si no, por mi validez, constancia y esfuerzo.
Avanzaremos y confiaremos en nosotros plenamente, dándonos el valor que merecemos!!!
Un abrazo!